jueves, 17 de febrero de 2022

el miedo

La gente y el miedo.

En cada salida aprovecho a hacer varias cosas.

Hoy paso por la inmobiliaria y con una flor hablamos sobre la gente y el miedo.

Sigo para el súper y cuando estoy saliendo una señora con guantes, lentes y dos barbijos me pide que llame a un/a empleado/a. 

Quiere comprar un yogurt de frutilla, pero desde la puerta. Me dice: "Yo no quiero entrar, tengo miedo".

Le pido al empleado que se asome,  él me pregunta a mí por qué la señora no entra. Le digo que la mire, que tiene miedo. Me dice: "Voy a preguntar si puedo venderle en la puerta. Tengo miedo de que me reten."

Le agarro el yogurt a la señora, le agarro el billete, le pago al pibe, le doy el cambio, salgo.

Doblo en la esquina y una nonagésima señora diminuta y jorobada arrasta un chango lleno que la triplica en peso. '¿La ayudo?" le digo. Sus ojos celestes se abren grandes, tiene miedo. Lo siento en el cuerpo.

Extiendo las manos con las palmas hacia arriba instintivamente, le muestro que vivo en la esquina y le juro que no le robaré nada.

Quizá no me cree, me mira de arriba a abajo, pero el peso es tan imposible que me da todo, incluso su cartera.

Llegamos a la esquina y me dice con voz firme: "Hasta acá". Intento explicarle que puedo acompañarla más, pero no accede.

La entiendo. La observo perderse en la esquina mirando de reojo cada tanto cómo entro a mi casa. 

¡Quizá la próxima me deje acompañarla un poco más!

sábado, 5 de febrero de 2022

te amo

Ella canta que estamos rompiendo todas las leyes del amor y me río. Pienso que canta para vos y para mí porque es verdad, es exactamente lo que hacemos: rompemos el amor jaula que nos contaron y armamos un amor alas abiertas.

Te amo sin las imposiciones monógamas del capitalismo, te amo divertido y en soberanía total de tu cuerpo y tu deseo.

Te amo lejos de mí y sonriendo en los negocios de tulipanes. Festejo tu libertad y te amo cuando entre todas las cosas que podés elegir libremente te pasás 8 hs. conmigo bailando a 12.054 km., 120.054 km., 12.000.054 de kilómetros.

No te necesito y te amo y te elijo. Rompiendo las leyes del amor y la comificación. 

Transgrediendo  los nombres que inventamos para que los vínculos sean cajas clasificables.

Te amo sin pronombres posesivos frente a ningún título porque sos tuyo y no mío en nada.

Cuando hablo de vos te menciono por el nombre que eligieron para vos o el que me reservo sólo para mí. Jamás necesito explicar qué sos porque cuando cuento quién sos lo demás no necesita explicación.

Te amo malhumorado como ayer porque rompés la bronca con esa carcajada limpia que nos regalamos hablando a escondidas de noche en la que viajaste 61 km para ponernos de buen humor. 

Entendimos hace poco que el amor es revolución y que nosotros no nos parecemos a nada. Te amo y te pienso entre birras y tulipanes. ¡Salú!